jueves, 20 de mayo de 2010
Naomi Watts, la pesadilla de Bush
Naomi Watts es omnipresente en Cannes. Tras presentar fuera de concurso lo último de Woody Allen, ayer entró en competición con 'Fair Game', coprotagonizada por Sean Penn, que ha preferido quedarse en Estados Unidos para participar en actos a favor de los damnificados por el terremoto de Haití. Watts no ha tenido un respiro. Ha concedido entrevistas a todo el que se lo ha pedido, ha firmado un contrato para convertirse en Marilyn Monroe en 'Blonde', e incluso ha hablado de su trabajo con J. A. Bayona ('El orfanato'), que rodará junto a Ewan McGregor este verano en Alicante y en otoño -con permiso de los Camisas Rojas- en Tailandia. ¿Y 'Fair Game'? Pues, a pesar de Naomi, muy flojita.
Qué tema más interesante y que mal aprovechado. 'Fair Game' cuenta la historia real de Valerie Plame, una eficaz agente de la CIA, casada con un diplomático y madre de dos niños. Su vida se puso en peligro cuando el presidente Bush se encolerizó porque el marido de Valerie, embajador en África, demostró que no había prospecciones de uranio para la construcción de las famosas e inexistentes armas de destrucción masiva, con las que justificó la guerra contra Irak.
Bush quiso que el diplomático manipulara los hechos, pero éste publicó en 'The New York Times' un famoso artículo titulado 'Lo que no encontré en África', denunciando la manipulación y la mentira. Por venganza, un periodista ultraconservador al servicio de la Casa Blanca reveló que la esposa del diplomático era una agente secreta de la CIA.
Lo atractivo de la propuesta argumental se diluye conforme avanza el metraje por una narración plana, una banda sonora horrible y un tono de telefilme que acaban cansando. Y todo ello pese a que Naomi Watts se bate el cobre por su personaje. «Aunque su historia me era familiar, tenía que ir más lejos en mi investigación, contactar con ella. Intercambiamos unos correos y cenamos juntas, y así pude darme cuenta de que esta extraordinaria mujer todavía escondía secretos».
Guerra y negocios
También con Irak como fondo, 'Route Irish', de Ken Loach -con una pequeña participación española en la producción-, lleva la guerra a Liverpool, para mostrar la amistad de dos amigos, uno de los cuales, militar, muere en extrañas circunstancias en Irak. El otro, que trabaja como miembro de un equipo de seguridad privado en Bagdad, no se cree la versión oficial e investigará por su cuenta. Loach no se anda por las ramas y describe los negocios y muchos millones de dólares que mueve una guerra, aunque lleve aparejado un inaceptable coste en vidas. No es de sus mejores películas, pero es una historia honesta.
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