miércoles, 26 de mayo de 2010

Revelan origen de ‘El Yunque’


La caricatura de un señor con cuerpo de ratón y a su alrededor muchos ratoncitos, es una de las primeras referencias que hay del grupo de ultraderecha de ‘El Yunque’.

Esa imagen circuló en febrero de 1975 –hace 35 años- en las escuelas preparatorias de Ciudad Obregón, Sonora, y dos meses después en Hermosillo.

Junto a la caricatura estaba redactado el siguiente mensaje: “Los falsos piadosos al acecho”, en referencia a los militantes de ‘El Yunque’.

El panfleto antiyunque fue elaborado por el grupo Vanguardia Estudiantil Nacionalista y fue retomado por agentes de la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) de la Secretaría de Gobernación, en una investigación del caso, realizada en abril de 1975.

El informe de los espías del Gobierno forma parte de dos expedientes con 577 fojas sobre la organización MURO –antecedente de El Yunque-, que fueron desclasificados hace dos meses, en marzo de 2010.

En ese informe se mencionan los nombres de militantes leoneses que participaron en la formación de células de El Yunque en el norte del País.

La primera cita

Los servicios de inteligencia anotaron las primeras referencias de El Yunque hace 35 años.

Aunque desde tres años antes, en 1972, los espías de Gobernación habían identificado a grupos de ultraderecha que operaban en León. Incluso, elaboraron un reporte de una balacera que esas organizaciones protagonizaron aquel año en plena Plaza Principal de León, con saldo de tres lesionados.

Fue hasta abril de 1975 cuando apareció la primera referencia de El Yunque en los informes de inteligencia del Gobierno.

Esa primera referencia era sobre un panfleto distribuido en escuelas de Sonora.

En la portada del panfleto aparecía la caricatura del hombre con cuerpo de ratón y en la segunda hoja se incluyó el siguiente texto: “Alerta, compañeros estudiantes: desde hace cuatro años se encuentra trabajando en esta escuela ‘CECYT 26’ una agrupación llamada Organización Nacional del Yunque que tiene por objeto controlar a los alumnos de esta escuela”.

Según el informe desclasificado, el Yunque infiltró a la iglesia para reclutar militantes.

“La técnica seguida por Yunque y sus miembros es de fingirse como jóvenes piadosos que a lo único que se dedican es a rezar el rosario y oraciones a la virgen, pero todo esto no es otra cosa que una falsa piedad para engañar a sus compañeros e invitarlos a que ingresen a su grupo”, detalla el informe de Gobernación.

“Tanto en la UNAM como en el Politécnico se les llama ‘Ratones’ por cobardes para luchar por la causa que dicen que sostienen, por miedosos porque nunca actúan a la luz pública”.

El panfleto que daba cuenta del surgimiento de El Yunque alertaba: “No permitas que este grupo de fariseos hipócritas tome el control estudiantil”.

Al final del panfleto se incluyó un comunicado que un año antes había difundido el entonces Arzobispo Primado de México, Miguel Darío Miranda, en el que condenaba la operación de grupos secretos de ultraderecha.

Así se expresó el Arzobispo del grupo que dio vida a El Yunque:

“Hay onda preocupación hace tiempo por la actividad de una organización estudiantil que (…) se aparta de las directrices de la iglesia y aún a veces de la misma ley moral, que deben normar todas las acciones humanas para que sean lícitas y bendecidas por Dios. Y como atractivo y acicate espaciosos para los jóvenes, no ha vacilado en crear una mística poco ortodoxa, ampararse en el secreto, exigir juramentos o promesas y recurrir a la religión como uno de los medios más eficaces para atraer adeptos”.

Leoneses en Chihuahua

Los agentes de la Dirección Federal de Seguridad viajaron en 1975 a Chihuahua, tras recibir el reporte de que El MURO-Yunque había creado una célula en aquella entidad.

En la jefatura regional ubicaron a Gustavo Serrano Limón –miembro del clan que fundó ProVida- y a Alberto Hernández Escobedo, originario de León.

Desde su cargo de director de la escuela secundaria ‘Leona Vicario’, en Chihuahua, este yunquista leonés reclutaba militantes para la organización secreta. En 1975 ya había reclutado a 100.

Según los espías del Gobierno, el reclutamiento lo iniciaba desde la secundaria, con jóvenes de entre 14 y 16 años.

“Para la afiliación, se le designa a cada centro, unos 5 miembros (…) luego se les pide que entreguen una lista de posibles candidatos, la que es depurada; a los que pasan, se les invita a participar en algún grupo de control que puede ser de excursionismo, deportivo, cultural, etc.; ahí se les lleva una encuesta en forma velada y si es aprobada se les invita a un grupo secreto-político, con duración de 3 meses. Funcionando en este proceso, se les vuelve a llevar a una nueva encuesta, se les somete a prueba de fidelidad y de valentía y se les instruye políticamente entre sí”, detalla el informe oficial.

“Si la encuesta es aprobada se les invita a lo que es propiamente ‘el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación’, al que internamente se le conoce como la O, como el yunque y se les encuadra en el centro”.

El Yunque-MURO es descrito en los informes del Gobierno como “una agrupación de ultraderecha católica, que se caracteriza por secreta, organizada en células independientes entre sí; se mueve en ambientes católicos, sobre todo en escuelas particulares y secundarias oficiales en primera instancia, luego en preparatorias”.

Entre los militantes destacados del Yunque-MURO que fueron detectados en Chihuahua, estaba Luz María Aranda Álvarez, originaria de León, Guanajuato, que tenía el cargo de jefa de la Sección Femenina.

“Los miembros de esta organización trabajan en forma clandestina y demasiado secreta, sus miembros o afiliados son conocidos por seudónimos; se sabe que cuentan con 3 campos de entrenamiento que se ubican en Ciudad Madera, en Ceballos y en una región cercana a Durango”, detalló en un informe de 1975 el mítico espía del Gobierno Miguel Nazar Haro, titular de la Dirección Federal de Seguridad.

Fuente:am.com.mx

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